Los chapuzones son para el verano. Disfruta de tu piscina sin riesgos y con la plena confianza de que ni la COVID-19 ni ningún virus va a impedirlo. Fundamental: debes cumplir los procotolos higiénicos a rajatabla para que todo esté bajo control.
¿Hay mayor felicidad que darte un buen baño bien fresquito cuando el termómetro ronda o supera los 40º C? Probablemente sea uno de los grandes placeres del verano. Y ahora es el momento: disfruta de tu piscina, pero disfruta de tu piscina sin riesgos. Te damos unas pautas para usarla con precaución ahora -en tiempos de pandemia-, pero también como debes usarla siempre.
Disfruta de tu piscina sin riesgos con una buena desinfección del agua
El CISC cita al Centro de Control de Enfermedades de EE UU para decir que “no hay evidencia de que el virus que causa COVID-19 pueda transmitirse a las personas a través del agua en piscinas, jacuzzis, spas o áreas de juego con agua”.
Pero, a pesar de ello, se hace necesario extremar los cuidados para evitar el menor peligro de contagio. ¿Por dónde hay que empezar? El primer paso es comprobar la perfecta desinfección del agua. Si se realiza la cloración siguiendo las recomendaciones habituales, esto debería ser completamente efectivo para protegerse contra el coronavirus y todos los demás virus y bacterias. Así se explica en este interesante artículo que recoge como recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que: una concentración residual de cloro libre de ≥0.5 mg/l en el agua de la piscina durante un mínimo de 30 minutos de contacto a un pH <8.0 es suficiente para matar virus envueltos como los coronavirus.
Cloración salina: cómo funciona
¿Es eficaz este sistema de desinfección del agua si hablamos de coronavirus? Sí. En la cloración salina se aprovecha el cloro natural, presente en la sal común. Para ello se debe instalar en la piscina un clorador salino que contiene en su interior unos electrodos que descomponen las moléculas de sal, previamente añadidas al agua. Este proceso se llama electrolisis y produce un cloro completamente natural.
El cloro desinfecta el agua de forma que, cuando esta sale del clorador, ya está desinfectada. En este momento las moléculas de sal vuelven a unirse, y el proceso se repite las veces necesarias.
Mediciones y controles regulares
Para monitorizar los niveles de cloro y cómo van descendiendo a lo largo del día resulta fundamental medir regularmente los parámetros principales (valor del pH y nivel de cloro libre (DPD-1) y controlarlos varias veces. Los sistemas automáticos son los más exactos y fiables.
Ojo con las zonas que rodean la piscina
Si mantener unas estrictas normas de desinfección del agua de la piscina es importante, no lo es menos desinfectar también las zonas que la rodean. Disfruta de tu piscina sin riesgos utilizando productos de limpieza recomendados por las autoridades sanitarias. El bordillo, los muebles -sillas, mesas, tumbonas- y el pavimento que rodee al vaso de la misma deben quedar impecables tras cada uso.
Medidas higiénicas, no te las saltes nunca
Cabe añadir que todas estas medidas de control y limpieza deben ir acompañadas de otras más simples, pero no por ello menos efectivas. Solo hay que seguir los protocolos para mantener a raya el coronavirus. La norma básica es usar la piscina sin aglomeraciones y, por supuesto, ducharse antes y después de meterse en el agua. Y lavar las toallas con la frecuencia requerida. Más vale prevenir…
Y otros consejos prácticos contra accidentes
Pero dejando la COVID-19 aparte: disfrutar de tu piscina sin riesgos conlleva otras medidas preventivas que nada tienen que ver con los virus y sí mucho con los accidentes, ya que en este espacio se producen un buen número de resbalones, especialmente si la zona que rodea la piscina está cubierta por pavimentos cerámicos que no están debidamente tratados.
Sin embargo, este tipo de suelos resulta muy apropiado para piscinas. Ofrece grandes cualidades, como veremos más adelante. Aunque, si quieres olvidarte definitivamente de patinazos y caídas, lo indicado es colocar baldosas antideslizantes.
¿Ya tienes instalado un suelo de cerámica sin tratar en tu piscina? En ese caso, lo adecuado es aplicar un producto antideslizante de calidad. Funcionan de maravilla, sin necesidad de renovarlos cada dos por tres.
¿Cuáles son las ventajas que ofrece los suelos cerámicos?
Son impermeables: disfruta de tu piscina sin riesgos de posibles filtraciones, y todos los problemas que eso trae consigo, incluyendo la proliferación de gérmenes y hongos.
Resisten la acción del sol sin decolorarse y también son inalterables a los cambios bruscos de temperatura.
El mantenimiento es sencillo: los pavimentos cerámicos son fáciles y cómodos de limpiar y no precisan especiales cuidados.
Las posibilidades decorativas son infinitas. Puedes hacer todo tipo de composiciones: con baldosas lisas y bordillos decorados con motivos estampados. O combinando colores y formas: hay piezas redondas, cuadradas, rectangulares… E incluso coordinando el material cerámico con otros tipos de suelos: madera, césped, piedra natural, etc.
Ya sabes, si quieres que este verano “esté pasado por agua” pero con todas las garantías, difruta de tu piscina sin riesgos tomando las máximas precauciones.
Disfruta este verano de tu piscina sin riesgos y sin miedo a contagios o accidentes.
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